miércoles, 24 de septiembre de 2008

Borrascas

Me he mordido tanto la lengua que empiezo a no reconocerla. Son tantas las cosas que pienso, que decirlas ya ha dejado de tener sentido, y mi cabeza se ha convertido en un hervidero constante de preguntas y respuestas condenadas a desintegrarse por inexistencia de un interlocutor válido.

No soy capaz de desconectarme, ni siquiera de relajarme o descansar como debería, por eso busco una vía de escape drástica, porque se me han acabado los argumentos con los que hacerme callar.

Cíclicos. Volviendo siempre a un punto de retorno ya conocido, que incluso nos parece el mismo pero que no es igual. Girando sobre nosotros mismos como peonzas incontrolables que acaban parándose cerca de una pista de aterrizaje con nombre de estación de paso.


¿Dónde empieza lo que quiero y acaba lo que debo? ¿Dónde dejé de ver la señal que me guiaba hacia delante con seguridad? ¿Dónde olvidé los cristales de colores que me permitían ver la luz nítida del otro lado? ¿Por qué han regresado los ojos empañados y las ganas de huir lejos? ¿Dónde se han metido las premisas que ayer eran tan válidas y hoy no sirven para nada?

No hay oscuridad, ni sombras, ni abismos, ni siquiera miedo. Sólo el remolino permanente de lo conocido tirando de mis piernas, y mi firme voluntad de seguir caminando hacia otro lado.


Mi brújula ha vuelto a desafiarme, y en dias como el de hoy, me cuesta mucho volver a nadar contra corriente....

domingo, 21 de septiembre de 2008

In-decisión

Sobre la tranquilidad de la noche aparece la sombra de una duda, quizá de varias. Demasiadas ideas inconexas en la mente para pensar con claridad, pero con la lucidez necesaria para sentirlo todo tan real y tan cercano como si pasara ante sus ojos la película de su vida. Tan rápido y tan despacio al mismo tiempo...


No sabe a qué responde su nombre y mucho menos su vida. Ni siquiera es capaz de comprender cómo ha llegado hasta este lugar, en este preciso instante en que la puerta del futuro se abre ante sus ojos con tantos caminos como pudiera imaginar.... y al mismo tiempo con tan pocos...


Dime, ¿qué hay detrás?

Y no sabe lo que le asusta más, si el vacío que deja atrás pero conoce, o el abismo de posibilidades que se le presenta a partir de ahora.

Son tantos los miedos que condicionan sus pasos, haciéndose hueco en lo más profundo de su memoria, que le cuesta vislumbrar la luz que ha de guiar su suerte...

Te llamaré

Te llamaré cuando llegue...     Te llamaré mañana...      Te llamaré el jueves...      Te llamaré el fin de semana...     Te llamaré la semana que viene...


Pero nadie llama. El teléfono sigue mudo. Y yo ya estoy aprendiendo a dejar de esperar que suene...


Te llamaré....

lunes, 15 de septiembre de 2008

Buscando(me)

Nadie puede penetrar en nuestro interior, ya que la puerta solamente puede abrirse desde dentro. Y somos nosotros quienes poseemos en nuestras manos el picaporte de nuestra alma. Gíralo, ábrete a ese mundo extraordinario que tienes dentro, y comienza a conocerte.



Es cierto que sólo nosotros tenemos la clave para acceder al mundo interior que tenemos dentro, pero a veces uno mismo teme encontrarse por miedo a no saber muy bien lo que puede hallar detrás...

Conocerse no es tarea fácil. Implica saber como se es, y quererse, y aceptarse, y crecer, y cambiar si se quiere, y vivir como somos, y sentir conscientemente....Y tantas cosas para las que no todo el mundo se siente preparado...

Porque no nos desubicamos desde fuera, sino que ese vacío que a veces sentimos viene de dentro, desde lo más profundo de nosotros mismos, por no saber bien quienes somos, ni cómo somos, ni qué queremos.... por no parar a escucharnos...y a entendernos.


A mí me gusta buscarme, tal vez para volver a perderme y así tener la oportunidad de buscarme de nuevo...

martes, 9 de septiembre de 2008

No puedo...

No puedo ayudarte si no me dejas.
Si me cierras las puertas de tus ojos y te escondes nuevamente entre las sombras.



No puedo ayudarte si no me hablas.
Si prefieres enmudecer en tu silencio y escuchar sólo el grito de tu vacío.



No puedo ayudarte si no me escuchas.
Si no permites que te lleguen mis palabras y las dejas morir en el camino.



No puedo ayudarte si no me miras.
Si no ves más allá del frío de tu cuerpo y las paredes que aíslan tu cordura.



No puedo ayudarte si no te acercas.
Si no dejas que pueda consolarte y aliviar tu temblor con mi sonrisa.



No puedo ayudarte si no me dejas.
Y no sabes cuanto desearía poder hacerlo...

sábado, 6 de septiembre de 2008

Decisiones

A veces, no sé cómo, no acabo consiguiendo ser fiel a lo que necesito o a lo que debo hacer. Supongo que me puede la costumbre de anteponer mis deseos a todo lo demás. Hay momentos en que actúo por mero instinto, sin pensar, y sólo cuando me miran con cara de extraños o me preguntan quienes me conocenn acerca de decisiones o actitudes que les sorprenden porque saben que quizá no es algo que yo necesite, me desmorono y miro alrededor no sabiendo muy bien donde me encuentro, ni qué decir.

Esta noche me ha vuelto a ocurrir. Una autoinvitación de alguien especial a una simple conversación que tira por la borda mi plan de la noche, justo cuando me iba.

-Me apetece hablar contigo...

En ese momento dudo, no tengo claro qué pasa, ni qué hacer. Me siento extraño, pero una voz lejana me recuerda que lo primero soy yo, que piense en mí. Ahora lo tengo mucho más claro. No soy capaz de decir(le) que no.

[...]

Ahora no sé que excusa inventarme para no salir, demasiado tarde...estoy entre la espada y la pared. Invéntate algo, rápido.

-Espera, ahora vengo.

Me relajo, pienso, y decido que sí, que ya que estoy aprendiendo a plantar cara a las cosas, hoy es tan buen momento como otro para hacerlo. No es necesario inventarse nada. Mando un mensaje. Les digo que no vengan a buscarme...sin más.

Respiro hondo. Me sigue costando decidir, pero esta vez tengo la sensación de que lo he hecho bien.

De esta forma, cada paso que doy me acerca más a lo que quiero. Y me siento tan bien cuando lo hago...


-Bueno, ya estoy aquí, ¿de qué hablábamos?


(Compréndeme, son casi las 3 de la mañana XD)

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Jugando al escondite?

Está bien, me la vuelvo a quedar yo. Cuento hasta 20...



Hace ya más de una semana que busco por cada rincón el eco de mi risa. Parece que el tarro donde conservaba las últimas almacenadas se vació sin previo aviso y no encuentro la forma de llenarlo de nuevo.


Las he buscado por todas partes. Incluso he sucumbido a planes que sabía que no eran la respuesta, solo por arriesgar. Tambien he intentado cambiar de alternativas y de espacios. He jugado mis ultimas cartas acudiendo allí donde antes siempre las encontraba, pero esta vez sin resultado alguno. Se han esfumado, no llegan. Al menos no de la forma arrolladora y estruendosa que las quiero y las necesito.


Saboreo situaciones cómodas, instantes agradables, momentos entrañables...pero las risas no llegan. Esas que tiempo atrás harían estallar los restos de este naufragio en más de mil pedazos, esas que hasta hace poco me inundaban con oleadas gigantes de bienestar haciendo que me dolieran hasta las mejillas.

Desgraciadamente ahora no es así. Me encuentro atrapado en una cárcel sin risas, buscando salidas imposibles que me acerquen a ellas, que me liberen de una vez de estas cadenas invisibles. Pero el viento no siempre sopla a favor, y las circunstancias han dejado de acompañarme...

Deambulo por una frustración pausada mientras me alimento de recuerdos pasados y busco nuevas risas desesperadamente.


¡¡ Ya puedes salir !! No me apetece seguir jugando...