
Mi mundo se ha convertido en una telaraña. Cada día voy tejiendo un trozo. Con cada paso que doy, voy hilando mi presente hacia delante.
Miro hacia atrás y puedo divisar la red que se ha ido abriendo camino en mi pasado. Puedo ver las conexiones, los vínculos, lo importante que es la unión de todas y cada una de las piezas que conforman mi particular telaraña. Sin ello, mi red, mi mundo, se vendría abajo sin remedio. Todo tiene sentido y lugar en mi vida.
A menudo creo andar siempre en la dirección equivocada, y no llegar a ninguna parte. Por esa razón pierdo la perspectiva y me mareo. Como si creyera pasear interminablemente en círculos concéntricos sin ningún sentido.
Entonces comienzo a recordar que puedo elevarme por encima de mi red, lanzar un hilo hacia arriba y verlo todo desde otros ángulos, analizar la situacion desde muchos más puntos de vista y así valorar la verdadera realidad.
Desde arriba puedo ver que hay telarañas muy cercanas, cuyos propietarios están dispuestos a ir al rescate si un día no me quedan fuerzas para moverme y tengo un trozo de tela que reparar...
Y entonces no puedo evitar sentirme muy afortunado, porque no estoy solo, y a veces se me olvida...
1 comentario:
Creo que eso es algo que a todos se nos olvida...
Y me da coraje pensar que incluso yo te ayudaria a seguir y se te traban los hilos, yo, que un dia solo pense en que un ama de casa te arrastrara con un paple y amoniaco.
Me gusta, sigue asi, vas bien...yo x aora he perdido la inspiracion en el camino...
Publicar un comentario